Todo esto sucedió en menos de un minuto.
El tipo, que acaba de decir "¡Ha llegado tu hora!" en una voz muy seria, podría haberse equivocado de nombre, pero Qiao Yifan todavía sentía gratitud por sus palabras. Sin embargo, en el siguiente instante, un ataque sucio de repente llegó a él. Aunque Ye Xiu le gritó que tuviera cuidado, ya era demasiado tarde para Qiao Yifan.
Los dos estaban a pocos centímetros el uno del otro. Qiao Yifan no había visto a Wei Chen murmurar ningún hechizo. Para cuando vio que el hechizo se le acercaba, una luz negra de rayos salió de las manos del Brujo y al instante se envolvió alrededor de One Inch Ash.
—¡Estos jóvenes! —dijeron Ye Xiu y Wei Chen hablando al mismo tiempo.