Que una suposición sobre si podía escuchar o no decidiera el enfrentamiento dejó a los espectadores algo mudos porque esto fue algo que nunca pasaría en un encuentro oficial. Tal como parloteaba Huang Shaotian, en un encuentro oficial, las reglas serían mostradas con claridad.
Sin embargo, este no era un encuentro oficial. Y contra Huang Shaotian, indudablemente los espectadores aprobarían silenciar la comunicación por voz. Solo que Huang Shaotian no fue informado de esto.
—¡Otra vez! ¡Otra vez!
Justo cuando todos estaban pensando. Huang Shaotian ya se había levantado, pidiendo a gritos otra pelea.
—Rayos, ¿vas a seguir? ¡Vete al final de la fila!
—¡Sí! ¡¡Tú deberías estar al final de la fila!!
—¡Mi turno! ¡Mi turno!