—Oh... —Ning Xueluo puso una expresión de sorpresa—. Padre la llamó, pero su representante dijo que está ocupada, pensé que si la tía llamaba, seguramente vendría...
Zhuang Lingyu sonrió.
—Esa chica está ocupada escalando hacia arriba. ¡Se olvidará de la familia Ning muy pronto!
Ning Qiutong la miró fríamente.
—Estoy feliz de que Xiao Xi lo esté haciendo bien por su cuenta. ¿Quién no me diría que mi sobrina es bonita y capaz donde quiera que vaya? Todos los días, mucha gente viene a mí y me pide su autógrafo, ¡o incluso la visita en el trabajo!
La expresión de Ning Xueluo se apretó mientras sus uñas se clavaban profundamente en la palma de su mano. Zhuang Lingyu escondió su ira. Ning Qiutong había estado alerta, y cada vez que apuntaba, golpeaba donde más le dolía.
¡Ella sabía que Xueluo había dejado la industria del entretenimiento y estaba diciendo todo eso para provocarla!