—Los espectadores no sabían si sentirse aliviados por Beth o no cuando ella pasó la primera etapa —lloraba no solo por el miedo, sino también por algunas flechas que la habían arañado accidentalmente. Y por arañazo, se trataba de una herida grande, y la presencia del acónito la hacía insoportable. También tenía sangre en los labios porque había estado mordiéndoselos fuertemente para evitar gritar, pero desafortunadamente, eso no pudo contenerla.