—Vuelvo enseguida, espérame un minuto —dijo Qin Jian con una expresión seria en su rostro al escuchar que había un problema en el trabajo.
—Esta vez no puedo acompañarte, ¡deberás regresar por tu cuenta! ¡Ten cuidado en el camino! —dijo muy apenado a An Hao esa persona que se quedó esperándolo.
—Entiendo —An Hao asintió obediente—. Hermano Qin, ¡deberías regresar rápido! ¡Adiós!
—Está bien. ¡Adiós! —Qin Jian se despidió brevemente de An Hao y se dio la vuelta para irse.
Mirando la figura de Qin Jian alejarse, An Hao sintió una pequeña sensación de pérdida en su interior.
Asistir a la universidad y casarse con Qin Jian eran sus sueños en esta vida. Como aún era joven y no había tenido muchas interacciones con Qin Jian, decidió concentrarse en sus estudios por ahora.
Ingresar en la universidad, ese era el objetivo más importante en este momento.
An Hao detuvo a un transeúnte con reloj para preguntar la hora, eran sólo las dos y media.