—¿Pasamos a la parte final ahora? —Nux preguntó con una sonrisa burlona en su rostro.
—¿P-Parte f-final...? —Ember, que aún estaba perdida en su propio mundo, preguntó con una voz extraña.
Nux sonrió con suficiencia. Nadie creería que ella era Ember Windstar si la vieran así. Sus blancos pechos se movían hacia arriba y hacia abajo mientras respiraba agitadamente, gotas de sudor recorriendo su frente como si hubiera luchado en una gran batalla, el intenso rubor rojo en su rostro, el latido acelerado y esos ojos rojizos y brumosos, no coincidía en absoluto con la vibrante, dominante y salvaje General Ember Windstar. Y al ver esta vista, el lado sádico de Nux lo incitaba a ver más.
Entonces Nux colocó su duro pene justo frente a su entrada y al ver esto, Ember finalmente salió de su ensimismamiento.
—¿Q-Q-Qué estás haciendo? —preguntó con una voz cansada y una mirada ligeramente aterrorizada en su rostro.
—Completando la cacería —Nux respondió con una sonrisa juguetona y,