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Al final, Stone consiguió un par de orejeras para ambos que estaban sincronizadas entre sí. Esto significaba, aparentemente, que no bloquearían los sonidos producidos por quien llevara el par asociado. Les advirtieron que esto significaba que cualquier ruido excesivo generado por uno de los dos seguiría siendo un problema para el otro.
—Entonces, no necesitan ponerse estas, pero ahora las tengo y hasta encontré un par emparejado. Esto debería funcionar mejor para su trabajo porque sería malo si no pudieran comunicarse entre ustedes durante el combate —explicó Stone.