Carlos y el gerente entraron rápidamente al salón. Esté último rápidamente analizo a Astalris una nueva vez más, no es que no confiara en Carlos pero debía asegurarse. Sin embargo, al igual que Ana y Carlos, no encontró nada especial en el hombre llamado Erun.
Tomo un respiro y calmo su emoción, luego procedió a presentarse de manera formal y calmada, -"Mi nombre es Andrew, soy el Gerente de esta pequeña sucursal. Me informa mi subordinado que ha traído una técnica de reforzamiento de cuerpo para herrería de Nivel Artesano, nuestra casa de subastas estaría más que dispuesta a colocar la técnica en la subasta programada para dentro de dos semanas, la comisión sería la usual y se le entregaría una tarjeta violeta correspondiente a su estatus.-".
Luego de una pausa continuo, -"Estimado señor Erum, ¿Podría preguntar a que clan o secta pertenece? Debe ser una persona muy famosa, pero su nombre no es muy conocido por estas regiones, ¿Quizás pertenece a otra ciudad o reino?"-, dijo sonriendo cordialmente Andrew.
Erum abrió sus ojos y miro fijamente al anciano.
-"No eres digno de saberlo."-, dijo Astalris fríamente.
A Carlos casi se le para el corazón, esta bien que seas el patriarca de un clan dominante o un poderoso guerrero de nivel avanzado, pero estás hablando con un gerente de la Mansión de los Siete Placeres, incluso el príncipe heredero debe mostrar respeto.
Carlos sintió un impulso de exigir respeto, pero en el momento que quiso decir algo Andrew realizo un gesto con su mano indicándole que todo estaba bien.
-"Tiene razón gran maestro, fue mi culpa por realizar una pregunta tan inoportuna. Procedamos con el negocio, desea comprar algún objeto o tiene otro ítem destinado a la subasta?"-, dijo cordialmente Andrew para sorpresa de Carlos.
Andrew no era un cobarde y obviamente se había irritado con la respuesta, pero no en vano había llegado a ser gerente de la sucursal. Sus años de experiencia le habían dado una habilidad para juzgar a las personas de la que se sentía orgulloso. Muy pocas personas podrían engañarlo.
Y en este momento, todos sus instintos le decía que aquel hombre sentado en el sillón que no emanaba aura o presión alguna, era peligroso.
Astalris metió su mano a su bolsillo y extrajo cuatro pequeños cristales más, -"Estás también serán subastadas, dos de ellas son técnicas marciales de Nivel Santo, una es una formula de una píldora alquímica de nivel Artesano y la última es una técnica marcial de Nivel Rey."-
Las bocas de Carlos y Adrew casi calleron al piso. El impactó era demasiado.
Solo la técnica de Nivel Rey seria suficiente para que personajes ilustres de la capital corran desesperadamente hacia su casa de subastas. Solo las técnicas de Nivel Santo eran extremadamente difíciles de conseguir, era normal que muchos Guerreros de Nivel Santo solo utilizasen técnicas de Nivel Avanzado. Técnicas de Nivel Rey era algo casi imposible de conseguir al menos en el reino de Imuruth. Uno debía tomar en cuenta que solo en el reino habían seis guerreros de Nivel Rey, dos pertenecientes a la realeza y el resto repartido entre los clanes o facciones dominantes del reino.
-"Un-una técnica de Nivel Rey? Gran Maestro, debo informar a mis superiores por la importancia del producto.-", dijo nerviosamente Andrew. Pero en el fondo daba un gran suspiro, su habilidad para juzgar personas no le había fallado. Si todo salía bien en la subasta sus superiores lo recompensarían generosamente.
-"Conversa con quien tengas que conversar, dejaré los cristales contigo y regresaré para la subasta. Asimismo, deseo que mi identidad sea reservada, el palco asignado a mi persona también deberá ser privado.-", dijo indiferentemente Astalris mientras se paraba de su asiento.
Andrew empezó a sudar frió, normalmente cuando cierto clan o guerrero traía algún tesoro o objeto valioso para ser subastado, si bien la Mansión de los Siete Placeres tenía una reputación intachable sobre la manera de hacer negocios y su moral, procedían a permanecer junto al tesoro todo el tiempo o encargar seguridad especial. El misterioso Erum había dejado los cristales en la mesa como si de piedras se tratasen, sin darles una mirada adicional antes de retirarse.
El anciano no pudo evitar pensar que clase de estatus tenía Erum o que organización lo respaldaba para que pudiese tratar técnicas de ese nivel como si fueran cualquier cosa.
Y técnicamente estaba en lo correcto, las técnicas para Astalris no significaban nada, para alguien que había llegado al Nivel de Dios, técnicas así eran juegos de niños. Solo necesitaba un cristal de memoria para proceder a impregnarlos con la famosa técnica.
En especial las técnicas que se iban a subastar no eran extremadamente poderosas, si bien eran correspondientes a los niveles que había mencionado y su poder era ligeramente superior al regular, lo requisitos necesarios para poder practicarlas y controlarlas eran ligeramente complicados, por ejemplo la técnica de Nivel Rey solo podría ser practicado por un guerrero con afinidad al agua y al viento. Claro que esto no reducía la desesperación y codicia por parte de los compradores, tenerla aunque no se pudiera usar era mejor que tu enemigo la tenga. Asimismo, muchos clanes y sectas tenían personal oculto y nutrían en silencio a sus genios, ¿Quién podría saber si alguno de ellos tuviese alguien capaz de dominar la técnica? Nadie se arriesgaría.
-"Gran Maestro Erun está es su tarjeta violeta, le permitirá ingresar a la subasta y a su palco privado. También sirve como método de comunicación unilateral por parte de nuestra en caso necesitemos contactarlo, por la magnitud del los objetos subastados proveídos por su persona, existe la posibilidad de que haya cambios en la programación.-" dijo formalmente.
Astalris asintió en señal de conformidad y se retiro de la casa de subastas.
Mientras tanto Andrew corrió a su oficina y empezó a formar sellos en un espejo colgado en su despacho, al cabo de unos segundos la imagen de un joven con una apariencia de 25-30 años apareció en el espejo, sin embargo, su presencia y actitud no coincida con la edad que aparentaba.
-"¿Andrew, Por qué me has contactado?-", dijo el joven.
-"Gran Anciano, el día de hoy llegó un cliente muy inusual, sentí que era adecuado reportar lo ocurrido.", dijo Andrew de manera muy respetuosa narrando lo ocurrido.
-"¿Una técnica de Nivel Rey? Interesante, bien hecho Andrew, has actuado de manera impecable en está situación, conozco a muchos de tus colegas que habrían ofendido al experto, quizás hasta nos habrían causado problemas, reconozco tu excepcional juicio. Seras recompensado.,"- dijo el joven solemnemente.
Luego continuo, -"Intenta averiguar todo lo que puedas sobre ese experto y quienes lo respaldan, pero de manera indirecta no queremos ofenderle. También cambia la fecha, adicionales una semana más y dirige las invitaciones a las grandes sectas y clanes, no olvides a la realeza. Te enviare algunos artículos que estaban destinados para ser subastados en la capital, sería ridículo que subastes objetos que no concuerden con el nivel de las técnicas."-
-"Sí Gran Anciano",- dijo Andrew.
La charla continuo unos minutos más puliendo los detalles de la subasta y el Gran Anciano procedió a despedirse de Andrew.
Luego llamo a Carlos y Ana para recompensarlos por lo ocurrido.
Mientras tanto por otra parte Astalris se perdió entre las sombras de la luna y volvió a tomar su aspecto original para dirigirse a su casa.