Al cerrar los ojos, Lucien sintió que su conciencia se elevó de forma repentina como un pajarito que por fin se libró de la jaula y estaba abrazando el cielo azul. Siguió elevándose más y más, y al final pudo contemplar toda la tierra.
Frente a los siete hechizos legendarios superiores, como un poeta repleto de pensamientos románticos, Lucien no se defendió. No obstante, ninguno de los demonios aprovechó la oportunidad para lanzar su ataque. En su lugar, miraron a Lucien, frunciendo el ceño, ¡como si Lucien ni siquiera estuviera en la misma dimensión que ellos!
La conciencia de Lucien empezó a difuminarse a medida que se elevaba. Cuando a Lucien le pareció que había alcanzado su límite, de repente sintió que su conciencia se topaba con algo intangible pero delicado.
"¡Boom!"
Al instante, Lucien sintió que su alma temblaba, y su poder espiritual acababa de romper algún tipo de grillete y entonces se propagó como las ondas.