El círculo mágico donde el resplandor plateado y negro se entrelazaba con la luz eléctrica en alza, envolviendo la materia en el centro que estaba en mitad de la fisión. La inmensa energía generada fue transformada por los círculos mágicos cercanos en energía que la Ciudad en el Cielo pudiera usar.
En aquella ocasión, el reactor de fisión ya no era temible e indómito como en el pasado. A pesar de que aún albergaba graves peligros, ya era estable y controlable.
—Maestro, felicidades a la Abuelita Hathaway, al Señor Raventi y al presidente Morris —dijo Lucien de forma sincera. Apenas hizo contribución alguna al logro, excepto proponer la reacción de fisión y ayudar con el análisis de la auto-explosión. Fue producto de la sabiduría de los cuatro legendarios.