Único Golpe de Espada no dudó ni un segundo y se lanzó inmediatamente sobre Fénix del Crepúsculo. Un Guardián podía desayunarse a un Ladrón, por defecto. Aunque Único Golpe de Espada era un hombre orgulloso, no podría en riesgo su victoria sólo por orgullo. Intencionalmente, le dejó a Zhang Yang el objetivo más difícil mientras se lanzaba sobre el más fácil.
Zhang Yang cruzó los brazos y asintió, sonriente. Dejó en paz a Único Golpe de Espada y aceptó el desafío.
—¡Maldita sea! —aulló Fénix del Crepúsculo.
No esperó a que Único Golpe de Espada se acerque, en lugar de eso, saltó hacia adelante y blandió su espada con fuerza para parar los ataques de su enemigo.