Parte 1 — Rumores.
Febrero.
Después de haber aceptado mis repentinos sentimientos hacia Saya, llegó toda una temporada de sucesos habituales que volcarían la monotonía de mi vida antes. Podrías llamarlo "un pequeño punto de inflexión", o algo similar a eso.
Saya decidió preparar comida para ambos y degustarla a la hora del almuerzo, al parecer mis opiniones le son útiles de alguna forma—o ella es muy perceptiva. Se nota el entusiasmo de ella acerca de cumplir su sueño.
Durante alrededor de una semana estuvimos comiendo a solas en el mismo sitio de siempre, no sería de extrañar que la gente de las clases a las que pertenecíamos se dieran cuenta de esto; después de todo, comíamos frente al edificio principal.
El primero en escuchar los casi inaudibles e imperceptibles rumores, fue, por supuesto, Toppe. Sus oídos se transformaron en antenas y sus preguntas en esponjas que buscaban una respuesta urgente a las dudas que tenía.
Después de un rato, apareció frente a mí y decidió cuestionarme personalmente.
"Hey, Daken, he escuchado los rumores, parece que te has estado encontrando muy seguido con la 'chica-sándwich'".
Aunque su forma de llamar a Saya era parecida a una burla, era en realidad una inteligente forma de tantear el terreno.
"Sí…".
Su presencia me molestaba un poco, así que decidí responder de forma vacilante y muy abierta. Era la mejor manera de evitarlo.
"Han estado comiendo juntos desde el primer día, ¿no?".
"Realmente la gente no tiene piedad para hablar de los demás, ¿eh?".
Al parecer, Saya era una chica bastante popular en medio de las chicas y chicos de su clase, su lindura era simplemente sobresaliente y normalmente se mostraba optimista y enérgica. No es de extrañar su popularidad.
Aunque ese 'enérgica' no es precisamente como actúa conmigo.
"Me parece curioso que mi amigo muestre un poco de interés por una chica".
Su confesión podría sonar ridícula, pero sus bases eran suficientes para que tuvieran validez.
En el pasado fui amigo de dos de las chicas más populares y lindas de sus respectivas clases, una mera casualidad. Toppe me dijo en dos ocasiones que una de ellas se sentía atraída por mí—refiriéndose a mi apariencia, pero me escudé bajo la idea de "buscar una novia es muy problemático" y oculté mi interés por ella.
Temí que, si intentaba acercarme a esa chica con intenciones románticas, se alejara de mí. El resultado: igualmente se alejó de mí.
Realmente espero que esta vez no se vuelva a repetir. Decía en mi mente. No quiero dejar escapar esta única oportunidad.
"Esa chica es transferida, ¿no? Es sorprendente que un holgazán como tú haya sido el primero en conocerla", la franqueza en las palabras de Toppe no tenían una pizca de mentiras. Era todo cierto.
"Fue una casualidad".
"Hmm… Conque eres de los que creen en las casualidades. Los hombres exitosos no se plantean una idea tan ridícula como el 'destino' o la 'suerte'. Nosotros pensamos en oportunidades por encima de las casualidades".
Y ahí está, la forma de pensar de Toppe. A pesar de que suena como si estuviera irritado, siento un poco de envidia por su convicción a la hora de declarar eso.
"Puede ser. Si eso fuese así, no dejaré pasar esta oportunidad".
Al pensar esto en voz alta, Toppe dejó de hablar y me miró con genuina sorpresa. "Has cambiado tu mentalidad", murmuró.
Así es. Estoy cansado de ser perezoso, la vida no es divertida de esa forma.
Mientras me convencía a mí mismo de ello, la boca de Toppe se formó en una sonrisa terrorífica—aunque eso solo fue mi imaginación. Parece que se le ha ocurrido algo.
"Daken, ¿puedo preguntar qué has hecho para acercarte a ella?".
La pregunta de Toppe no parecía ser malvada, pero su rostro decía lo contrario. Este tipo ciertamente es difícil de leer.
"…".
¿Debería decirle?
"¿Qué planeas hacer después de saber eso?".
"Juro que no haré nada malo".
"Lo dices así, pero tu sonrisa me perturba".
Su rostro antes atractivo y con buenas facciones—característico de chico popular, se había degenerado en una sonrisa casi obscena. Nada agradable de ver.
Inmediatamente rectificó su expresión y dijo firmemente:
"Juro que no haré nada malo".
Un completo contraste con su aura de antes. Ahora incluso podías sentir que si confiabas tu vida en sus manos no habría problema alguno. Un gran cambio.
Suspiré y procedí a narrarle superficialmente lo que hice con Saya hasta ahora y cómo terminé en la afortunada situación de ser el degustador de una chica chef tan linda como ella.
La mirada de Toppe se torció con envidia, pero inmediatamente se volvió con molestia.
"Lo has hecho todo bien hasta ahora. Demasiado bien. Podría decir incluso que este no eres tú, pero…".
Lo que Toppe dijo realmente no era nada extraño. No te gustaría saber cuán reservado era antes con las chicas.
"Si sigues de esta forma jamás lograrás nada con ella".
Esa confesión me dejó sin aliento por un instante.
"Tienes dos opciones de ahora en adelante, ¿quieres escucharlas? Esto decidirá si tu pequeño romance se cumplirá o quedará en el total fracaso".
"E-Espera, Toppe. Primero dime qué hice mal".
"Ah…", suspiró, "No lo entiendes, ¿no? Por más genial que lo hayas hecho hasta ahora, solo hemos hablado en términos de tus capacidades en comparación a tu yo-perezoso".
"¿Eh?".
"Quiero decir, lo has hecho bien hasta ahora para ser tú, pero es no es suficiente". Ah, ahora lo comprendo. "¿Has escuchado lo que has dicho hasta ahora acerca de sus temas de conversación?".
"Cocina y… sobre ella…".
"Te has dado cuenta de tu error, ¿no? Si quieres que ella se enamore de ti, debes darle un motivo. Debes hacer que se interese por ti, y no solo porque reciba buenas críticas y elogios por su cocina".
"Oh…", estaba asombrado, no lo había visto de esa forma. Este tipo es realmente un genio.
"Pero, no debes abrumarla. Debe haber un equilibrio. Además, no puedes alabarla por cada comida que pruebes. Eventualmente se cansará de escuchar siempre lo mismo y perderá el efecto que la hacía emocionar al escuchar tus palabras de aliento".
"¡E-Eres un maldito genio!", dije, hasta yo me empecé a emocionar por lo que decía. Si seguía sus consejos, podía sentir que aseguraría mis posibilidades con Saya.
"Sin embargo, ese es solo el comienzo".
Dijo en una sonrisa malévola.
Ninguno de los dos prestó atención a la clase de literatura ese día. Es más, parecíamos tontos sonriendo con emoción entre nosotros.